Descripción

El Limpiador de Oídos de Beaphar está especialmente formulado para ayudar a la eliminación de la cera del oído y otros desechos del canal auditivo de los perros y gatos. Este suave pero eficaz limpiador de oídos no contiene alcohol y no irrita el oído. Contiene cetrimida para proporcionar una acción antiséptica suave, junto con mentol refrescante para calmar cualquier irritación de la piel en el oído. Además, el Limpiador de Oídos de Beaphar contiene MSM (metilsulfonilmetano), conocido en el ámbito de la salud humana por sus propiedades para mantener la piel sana. Al entrar en contacto con la piel, el MSM ayuda a rejuvenecer las células, dejando la piel hidratada y calmada. Los ácaros del oído suelen proliferar en los oídos sucios que a menudo tienen cera acumulada. La limpieza regular con el Limpiador de Oídos de Beaphar puede ayudar a prevenir los ácaros y otros problemas de oídos en los perros y gatos. Adecuado para perros y gatos a partir de las 12 semanas de edad. IMPORTANTE: No utilizar si la mascota está bajo supervisión veterinaria por un problema de oídos, a menos que un veterinario se lo haya recomendado.

Instrucciones

LEER SIEMPRE LA ETIQUETA DEL PRODUCTO Y EL ENVASE ANTES DE USARLO. 1. Preparar la boquilla del aplicador y colocar el extremo en la entrada del conducto auditivo externo. 2. Exprimir de 6 a 8 gotas y masajear suavemente el conducto auditivo (en la base de la oreja) desde el exterior para ayudar al proceso de limpieza. 3. Limpiar el exceso de limpiador y la cera desprendida de la parte superior del conducto auditivo con un algodón o pañuelos de papel. 4. Repetir el proceso hasta que el algodón o el pañuelo estén limpios después de limpiar la parte superior del conducto auditivo. Para evitar la contaminación cruzada, utilizar siempre un nuevo trozo de algodón o pañuelo para cada oído. El Limpiador de Oídos de Beaphar debe utilizarse dos veces por semana para evitar la acumulación de cera y otros residuos en el canal auditivo. IMPORTANTE: Limpiar sólo las zonas visibles y NO intentar introducir nada en el conducto auditivo (por ejemplo, un bastoncillo de algodón), ya que podría dañar el revestimiento del oído o incluso el tímpano.